Casa Nova rinde homenaje a los bares de toda la vida, bulliciosos y llenos de encanto.

El espacio evoca los locales míticos de Barcelona, la mezcla de materiales y acabados naturales dan forma a un ambiente acogedor. Las columnas revestidas con molduras y espejos contribuyen a ese aspecto antiguo, como también lo hace el gran mueble botellero, de madera de pino recuperada. Los elementos y acabados con guiños tradicionales, como los azulejos típicos de Cataluña en los lavabos, la carpintería de la cocina o el suelo damero con un tratamiento manual, parecen haber formado parte de la estancia durante toda su vida.

Una gran estructura de hierro sirve de exposición para la larga lista de referencias de vinos de la tierra que ofrece el local.

La importancia de la barra, protagonista del espacio, es el mayor tributo a los bares de toda la vida, bares de tapa al cante, repletos de gente que se reúne para celebrar la vida. Es la casa del bienestar.

Casa Nova se abre al viandante con sus grandes ventanales desplegados en verano para crear un espacio dentro-fuera. Una conexión directa del interior con la calle, que es el lugar donde se expresa nuestro carácter festivo y del buen vivir.